Soy un fan de las series norteamericanas, y eso no lo puedo negar. En mi opinión están muy por encima de las españolas, y no sólo por temas económicos, sino por su variedad de temáticas. Y es que una historia de vampiros no resulta novedosa, pero la existencia de un mundo en el que estos viven integrados con los humanos si que es algo por lo menos original.
True Blood está dirigida por Alan Ball, creador de "A dos metros bajo tierra" y cuenta la historia de un pequeño pueblo del estado de Lousiana, en el que la aparición de una serie de brutales asesinatos hace peligrar la convivencia entre vampiros y seres humanos, que hasta entonces han sido capaces de convivir en armonía gracias a una bebida japonesa compuesta de sangre sintética. Dicha convivencia no era bienvenida por todos, pues entre los vampiros desconfían y reniegan aquellos que prefieren seguir alimentándose de sangre humana, y por otro lado algunos hombres tampoco la desean. Y en ese entorno surge el polémico romance entre el primer vampiro que llega al pueblo, Bill Compton (Stephen Moyer, "Quills"), y una camarera, Sookie Stackhouse (Anna Paquin), que puede leer la mente de la gente.
La serie combina varios elementos que a muchos pueden resultar interesantes, sangre, misterio, amor y sexo. Personajes que no son lo que parecen, vampiros que a pesar de ser malvados son atractivos, humanos que guardan secretos y que presentan cualidades muy interesantes, y por encima de todo, una historia de amor que lucha contra la sociedad y todos sus miembros.
Tampoco se puede contar mucho más sin desvelar secretos. Así que si te gustan los vampiros y las historias de amor, con unas dosis de misterio y sangre, esta es tu serie. La primera temporada sólo cuenta de 12 episodios, los cuales enganchan desde el primer momento.
True Blood y el poder de la sangre
El curioso caso de Benjamin Button y los Oscar
Anoche tuve el placer de poder ver la última película de David Fincher (director de películas tan diferentes, pero a su vez tan buenas, cómo Zodiac, El club de la lucha o Seven), y de nuevo no me volvió a defraudar.
"El curioso caso de Benjamin Button" es una adaptación de la historia de los años 20 del siglo pasado escrita por F. Scott Fitzgerald, y que trata de un hombre (Brad Pitt) que nace con ochenta años y va rejuveneciendo con el tiempo: un hombre que, como cualquiera de nosotros, no puede parar el tiempo. Durante el film veremos como se desarrolla la curiosa vida de este personaje, la gente que va conociendo por el camino, los amores que encuentra y que pierde, su relación con Daisy (Cate Blanchett), y las alegrías de la vida y las tristezas de la muerte. Aunque si algo muestra esta película es que las grandes historias y los momentos que uno vive pueden perdurar más allá del tiempo.
Los dos protagonistas están excepcionales, aunque esto es bastante previsible teniendo en cuenta que son dos de los mejores actores de la actualidad. De Cate Blanchett nadie lo puede dudar, y de Brad Pitt tampoco se debería, y es que ha ido demostrando poco a poco que estamos ante un gran actor.
La historia está muy bien llevada y a pesar de la duración de la película, unas 2 horas y media, no se hace pesada, aunque tal vez algunos momentos son un poco innecesarios, aunque no llegan a molestar. Técnicamente es casi perfecta, y todos los efectos, iluminación, fotografía y resto de elementos están perfectamente integrados en la historia, cumpliendo perfectamente su función.
"El curioso caso de Benjamin Button" es la gran nominada en la noche de los Oscar, aunque parece que en casi todas las categorías existe algún otro film que le puede superar, por lo que podría convertirse en la gran fracasada. Yo no puedo opinar al respecto porque no he visto el resto de películas, pero lo que sí puedo decir es que estamos ante un gran film, y que si realmente hay películas que la superan en el resto de categorías, este año si que tendremos unos buenos Oscar, no como años anteriores en los que en mi opinión no ganaba la mejor película, sino la menos mala.
El tren de las 3:10
En la historia del cine existen muchos géneros, pero tal vez uno de los más exitosos en el pasado y que en el presente sigue gustando al espectador es el western o cine del oeste. Muchas películas míticas se enclavan dentro de él, y muchos personajes inolvidables. Eso sin tener en cuenta sus fantásticas bandas sonoras.
En la actualidad prácticamente no se realizan películas dentro de este género, pero de vez en cuando alguien se atreve y nos ofrece algún nuevo film de vaqueros. Y este es el caso de James Mangold y "El tren de las 3:10" o en inglés 3:10 to Yuma. Y que mejor para realizar este tipo de films que contar con dos grandes actores.
Y esta es tal vez la gran cualidad de la película, sus interpretaciones, y es que como pasaba en los grandes clásicos, cuando se contaba con buenos actores y un guión adecuado se conseguían grandes películas. Christian Bale es el personaje "bueno" y Russell Crowe el "malo". El primero de ellos es Dan Evans, un granjero del cual su familia prácticamente se avergüenza, su mujer ya no le desea, y su hijo mayor no le mira a los ojos por considerarlo un fracasado. Su granja no funciona bien y los empresarios del ferrocarril están a punto de echarlo de su casa. Por otro lado tenemos a Ben Wade, un forajido que se dedica a atacar diligencias y cuya fama alcanza todos los poblados. La unión de estos dos aún hará mas daño al granjero, ya que su propio hijo considerará a Wade el espejo en el que mirarse.
Esta situación será la que lleve a Evans a ayudar al ferrocarril a llevar a Wade ante la justicia, y además del dinero ofrecido, lo que buscará será conseguir que su hijo se enorgullezca de él, y así dejar de ser un pobre inválido que perdió una pierna en la guerra prácticamente sin luchar. Los dos personajes encarnarán todos los valores típicos de estos films: el honor, la fama, la familia, el orgullo, la palabra del hombre, etc.
Si a todo esto le añadimos el contar con un guión bastante sólido, en el que todo se estructura perfectamente, junto a una serie de interpretaciones secundarias que cumplen perfectamente y que aportan cada uno de ellos unos valores y pensamientos concretos, obtenemos un film que a pesar de durar dos horas engancha al espectador.
Así que si te apetece volver a ver un western con un toque un poco más moderno y con dos de los mejores actores de la actualidad, "El tren de las 3:10" es tu película, y tal vez una de las mejores del año pasado. Demostrando que con un buen guión y buenos actores es muy fácil obtener un buen producto.
Superagente 86
Anoche pude ver Superagente 86, la adapatación para el cine de la exitosa serie de televisión, en la que Steve Carrel es el agente 86 y la maravillosa Anne Hathaway la agente 99.
Mis expectativas no estaban muy altas al comienzo del film, y tal vez eso contribuyo a mi opinión final, y son que no se trata de una mala película. Evidentemente no es una obra maestra, pero si tenemos en cuenta otras películas estrenadas en los últimos tiempos, está un poco por encima de la media. Y es que por lo menos tiene una característica importante, no se hace pesada, algo que últimamente me pasa en muchas películas, en las cuales no dejo de mirar el reloj.
Superagente 86 es una película ligera, que no pretende convertirse en una obra maestra y cuya única finalidad es divertir. Tal vez su aspecto cómido podría haber sido mejor,teniendo en cuenta al protagonista y a la obra que adapta.
En cuanto a lo negativo, destacar que algunas interpretaciones resultan poco interesantes para la trama y el espectador, y para algunos personajes podían haber buscado actores de verdad, y no "luchadores".
Tampoco se puede decir mucho más de la película, y es que Superagente 86 puede hacerte pasar un rato divertido, o por lo menos entretenido (conmigo lo ha conseguido), aunque también puede que no te convenza mucho, principalmente si esperabas más de esta película.
Dexter y el encanto de un asesino
Hace poco acabé de ver la tercera temporada de Dexter. Al comienzo de estos capítulos uno duda de lo que va a ver, y es que son muchos los ejemplos de series cuya calidad cae en picado y se convierten únicamente en productos que se alargan por intereses económicos.
Las dos primeras temporadas de Dexter fueron muy buenas, cada capítulo con su historia, y todos ellos agrupados en una historia mayor. En cada temporada había un tema principal, perfectamente tratado y siempre interesante. Todos los capítulos eran realmente entretenidos, y al contrario que en otros casos nunca descendía la intriga ni la trama. En mi opinión era una serie casi perfecta (la perfección es muy difícil de conseguir o incluso imposible).
Con estos antecedentes empecé a ver la tercera temporada. La entrada de nuevos personajes y una nueva trama eran sus características diferenciadoras. Pero una cosa no cambiaba, la calidad. Dexter sigue siendo una serie intensa, que engancha al espectador y cuyo nivel nunca cae. Y por si fuera poco, esta tercera temporada me parece aún mejor. Los personajes anteriores son más profundos, aportando todos ellos mucho más, y los nuevos, principalmente Miguel Prado, son "maravillosos".
En resumen Dexter es una serie con mayúsculas, la cual no gusta a mucha gente por su ritmo, estructura o temática, pero que a los fans nos parece genial.
Wall-e y la grandeza de la animación
Hacía tiempo que quería ver Wall-E. Las constantes opiniones de críticos y del público en general ensalzando el film sólo hacían que aumentar mis ganas. Si bien es verdad que Pixar casi siempre recibe muy buenas críticas, aunque casi todas merecidas, uno siempre tiene la duda de si será tanto cómo se dice.
Y por fin ayer tuve la oportunidad de ver la considerada por muchos obra cumbre de la animación. Y no me defraudó.
Wall-E es una grandísima película, con todas las letras. Y ya no sólo debe fijarse uno en la animación que es casi perfecta, sino también en la historia, que cumple perfectamente y está muy por encima de muchas de las películas que se estrenan cada semana en nuestros cines.
La película nos presenta a Wall-E, un pequeño robot que se encarga de recoger la basura de la Tierra, aunque en nuestro planeta ya no queda nadie, sólo él y una pequeña cucaracha. Pero todo cambia cuando un día llega una nave espacial y de ella baja Eva, un robot "hembra" cuya misión es encontrar vida. A partir de este momento Wall-E trata de conseguir el amor de Eva, y para ello viaja hasta la nave donde se encuentran todos los terrícolas que quedan vivos. En este nuevo contexto se inicia una carrera por conseguir que todos los ciudadanos vuelvan a la Tierra.
Los personajes de la película, principalmente Wall-E e incluso Eva, tienen una expresividad y una capacidad de "interpretar" muy superior a la de muchos actores. Sus gestos, movimientos y sobre todo las miradas nos transmiten en cada momento la sensación deseada, y todo ello sin hablar. Destacar que Wall-E es un claro reflejo del mítico Cortocircuito, algo que ayuda a encariñarse aún más con él.
Además, el resto de personajes, también están perfectamente logrados. Por un lado están los robots, dentro de los cuales destacan los que se convierten en amigos de nuestro protagonista, y que sin tener esa profundidad si que cumplen perfectamente. Y por otro lado tenemos los humanos, los cuales se han convertido en seres gordos, que no se mueven y que viven dominados por las máquinas (¿una critica a la sociedad?), y que gracias a Wall-E cambiarán su forma de vida.
En resumen Wall-E es una extraordinaria película, que demuestra el nivel al que llega la animación, y que nos hace plantearnos una cuestión, ¿por qué estos seres animados son capaces de transmitir tanto con tan poco, y en cambio la mayoría de los actores de la actualidad no nos llegan nunca al corazón?.
Saw V: La saga hace tiempo que murió
Yo me considero un gran fan de Saw, al cual la primera película le impresionó y le encantó. La 2ª y 3ª no le disgustaron del todo, aunque la "magia" ya empezaba a perderse. Y las siguientes prácticamente le avergonzaron. Y es que por muy aficionado que sea uno a una saga, no se le puede intentar engañar con cualquier cosa.
La saga se caracteriza principalmente por dos cosas, las cuales a unos gustan y otros odian, que son los giros en el guión y la sorpresa final, y por otro lado la sangre. Tras la primera película, la cual presentaba un guión lleno de sorpresas y con un final que nadie se imaginaba, aunque algunos digan que sí, y el gore justo, las siguientes partes empezaron a apostar más por este segundo elemento, el cual a veces ya era demasiado desagradable, y dejaron a un lado el guión o por lo menos los giros.
Pero a partir de la 4ª parte se añade un elemento que en mi opinión no era necesario, el intento de contar una historia más profunda, y para ello se usaban flashbacks constantes. No quiero decir que el profundizar en la historia no sea bueno, pero considero que en Saw no venía a cuento. Todos estos recuerdos convertían la película en algo aburrido e insípido.
Saw V es la culminación de esta nueva idea. Se apuesta por crear una película que se puede incluso considerar policíaca, y en la que la sangre desaparece prácticamente. Todo lo expuesto anteriormente no tiene sentido ahora, es un film diferente a la saga. Incluso el propio juego de puzzle que se presenta es insulso y no aporta absolutamente nada.
Si a todo esto añadimos que las actuaciones en esta saga, excepto la de Tobin Bell, no han sido demasiado buenas, y en esta 5ª parte son los actores los que llevan el peso, obtenemos una película totalmente prescindible, y que para mi gusto no debería llamarse ni Saw.
Y es que la saga murió con la 3ª película, la cual todavía mantenía algo de lógica dentro de la saga y suponía un cierre aceptable. De todos modos seguiremos teniendo Saw para rato, y es que sus cifras en taquilla siguen siendo muy buenas en comparación con su ínfimo presupuesto.
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